Descripción de la Realización del retrato de Don Pedro de Torres Vera, Fundador de Lobatera.


Por José Gregorio León Duque.
Artista Plástico, T.S.U. en diseño gráfico, Licenciado en Educación Mención Filosofía

Los seres humanos, desde tiempos inmemorables, han buscado registrar su actividad a través del uso y empleo de las imágenes, para que las futuras generaciones pudieran tener testimonios tangibles de sus acciones. Estos registros se pueden evidenciar en las obras artístico-ceremoniales que aún se conservan de estas civilizaciones, y que son un legado muy importante de la historia. Para estos primeros hombres predominaba la importancia de las acciones en colectivo, sobre la descripción personal del individuo, llegando a mitificar a estos últimos, al punto de llegar a minimizar su lado humano. Sin embargo, este hecho empieza a tomar un nuevo giro hacia el siglo V a. C, en medio de la sociedad persa, en donde los reyes fueron representados en las monedas. Así es como surge la idea de conservar la figura del individuo, y por tanto, nace el género artístico del retrato, el cual se expandió con la muerte del rey macedonio Alejandro Magno; luego pasó a Roma, en el cual se desarrolló con notoriedad; sigue presente en las monedas de la Edad Media, así como en el Quattrocento italiano, y así sucesivamente hasta la actualidad. Nuestro país, Venezuela, también ha estado, desde el periodo de la conquista española, sometida a la visión del retrato, con la intencionalidad de archivar el testimonio gráfico de los protagonistas de nuestra historia.
La acción y misión de crear un retrato se desarrolla a través de varios estadios o variaciones, que son las siguientes formas de expresión:

El uso del retrato premeditado, que es la representación de nuestra imagen inicial y propia a través de los primeros trazos figurados de los miembros de nuestro entorno;
El retrato tipológico, que está impregnado de diferencias y características propias que personalizan a los individuos, como lo son el vestido, la clase social, el color de la piel, la altura, entre otros. Esta variante ha tenido un gran apoyo en la fotografía, como recurso gráfico para registrar al individuo y sus particularidades.

El retrato fisionómico, en búsqueda de la comprensión real de los rasgos físicos y la visión psicológica del ser individual, intentando buscar una particularidad, que lo haga único. Este sería un auténtico retrato.

El retrato de reconstrucción o idealizados, a través del cual el artista recrear la fisonomía de individuos del pasado, en base a datos, descripciones, circunstancias y a su propia sensibilidad, con ayuda de la imaginación. Estos retratos corresponden a aquellos personajes del pasado, que forman parte de nuestra historia, como Jesucristo, los apóstoles, los aborígenes, conquistadores y cualquier otra persona de la cual no se tenga una imagen precisa.

Precisamente, bajo la visión del retrato de la reconstrucción o idealizados, y luego de haber estudiado brevemente la gloriosa historia del Municipio Lobatera, a principios del año 2015 me propuse idealizar y reconstruir la imagen de aquel español, Don Pedro de Torres Vera, venido desde La Ventosa, (en la actualidad Ventosa de la Cuesta, Valladolid, España), hasta Pamplona, Colombia, bajo la jurisdicción de la Real Audiencia de Santa Fe, junto a su Padre Don Juan de Torres, en el año 1556, cuando contaba 24 años, quien según la historia documentada, es el fundador de Lobatera, en 1593.

Según el estudio de documentos de la época colonial(Archivo General de Indias de Sevilla. Catálogo de Pasajeros), realizado por el Dr. Samir Sánchez, actual cronista emérito de Lobatera, y expresado en su " Libro de la Crónicas de Lobatera:

"Don Pedro de Torres vino a América con su Padre Juan de Torres, y se estableció inicialmente en Tunja... al fallecer Don Juan de Torres, su hijo Pedro de Torres Vera heredó las posesiones y encomiendas de Tunja, Pamplona y el valle de Cúcuta. Se estableció en la ciudad del Espíritu Santo de La Grita (luego de su fundación en 1576, empresa a la cual ayudó con un préstamo económico -4.000 pesos-, a su fundador el Capitán Francisco de Cáceres). En esta ciudad se casó con Ana Pérez del Basto, hija del capitán Adrián Pérez de los fundadores y primeros pobladores del Espíritu Santo de La Grita, Táchira, Venezuela. Se conoce asimismo, que Pedro de Torres Vera por documento de 1634 por el Gobernador de la Provincia de Mérida del Espíritu Santo de La Grita (Archivo Histórico del Estado Mérida) dado por su yerno el Capitán Francisco Chacón, fue el poblador y fundador de la Lobatera en 1593. Se estableció en el lugar, creando una hacienda y hatos de ganado y allí fallece en 1610".


Hace unos años me residencie en la pequeña villa de Lobatera, y como desde niño ha sido de mi interés personal lo referente a la antropología, la historia y las artes, quise conocer el aspecto de aquel hombre que se aventuró desde tan lejos para venir y crear este pequeño terruño, del cual ahora formo parte. Así me conseguí con la sorpresa de que no existe una pintura de Don Pedro Torres de Vera. Me propuse la tarea de hacerme una imagen, de reconstruir sus facciones, recreando su figura. Para esta labor recurrí entonces a varios estudios de iconografía que ya había leído y observado sobre Simón Bolívar, en particular de tres autores:
· Alfredo Boulton y su libro Los retratos de Bolívar, 2a. ed. corregida y aumentada, Editorial Arte, Caracas, 1964.
· El Cuaderno Iconográfico Nº 4 sobre El Libertador Simón Bolívar, creador de repúblicas. Iconografía revisada del Libertador, del Museo Nacional e Colombia de coordinado por Beatriz González, Margarita González y Daniel Castro, 2004
· El estudio titulado LOS ROSTROS DE BOLÍVAR por Diego Bustillos Beiner, vía web, http://elrostrodebolivar.com.

Es posible observar que esta iconografía bolivariana es resultado de una investigación fuerte y minuciosa, debido a que existen multitud de imágenes del padre de la patria, a diferencia de Don Pedro Torres, del cual no tenía nada de referencia directa, ni siquiera una descripción de quienes fueron sus contemporáneos.

Decidido a mi tarea, busque la documentación necesaria del periodo histórico de la región andina de Venezuela y Colombia en el periodo comprendido entre la llegada de los colonizadores a finales del siglo XV hasta mediados del siglo XVI, y sometí a estudio la mayor cantidad de imágenes y retratos de algunos capitanes y conquistadores españoles que fueron contemporáneos o precedieron a Don Pedro De Torres Vera: algunos de estos hombres le precedieron por décadas, otros tuvieron contacto directo con su persona. A gran cantidad de estos españoles se le hizo un retrato , sea en vida, y otros fueron idealizados, resultado de una reconstrucción.

Esta es la lista de conquistadores:

1. Gonzalo Jiménez de Quesada, conquistador español que tuvo a su cargo gran cantidad de recorrido por los Andes Venezolanos. Don Juan de Torres, padre de Don Pedro, estuvo entres sus soldados expedicionarios. De este se conservan grabados y variedad de retratos.
2. Gonzalo Suárez Rendón, fundador de Tunja ( junto a Don Juan de Torres ). de Málaga. España. del cual se conserva una escultura y retratos.
3. Diego García de Paredes, conquistador español , natural de Trujillo, Cáceres, España, quien peleo contras los Incas, y participó en la fundación de Barquisimeto, y luego fue fundador de Trujillo; existen varios retratos sobre su figura.
4. Sebastián de Belalcazar, conquistador del Perú. Se dice que pudo haber venido en el tercer viaje de Colón. Existen retratos poco posteriores de su época e idealizados.
5. Nicolás Federnam, fue un explorador y cronista alemán que participó en la conquista española, traído por los Welser; se conservan sobre su figura un par de retratos.
6. Francisco de la Hoz Berrio y Oruña. español nacido en Bogotá y muerto en el Océano Atlántico. Fue gobernador y capitán general de la Provincia de Venezuela entre 1616 y 1622. Existe un retrato.

7. Juan Rodríguez Suárez, español nacido en Mérida, Extremadura, fundador del primer asentamiento de Mérida. Contemporáneo de Juan Maldonado y Don Juan de Torres. Según descripciones históricas tuvieron una fuerte rivalidad. El cronista fray Pedro de Aguado, manifiesta que la enemistad entre ambos, provenía entre otras circunstancias, de Maldonado llamaba a Rodríguez Suárez "perro moro, hijo de mora y zancarrón de Mahoma", dando a entender que no era "cristiano viejo" por ser converso, o tener ascendencia morisca. También se esgrimían razones de competencia castrense, y porque ambos pretendían casarse con doña María de Velasco, hija del capitán Ortún Velázquez de Velasco, residente en la Pamplona neogranadina. Se conserva un par de retratos, y otro idealizado.
8. Juan Maldonado y Ordoñez de Villaquirán, natural de Barco de Ávila, provincia de Ávila, en castilla y León, contemporáneo de Don Juan de Torres, Padre de Don Pedro de Torres Vera. fundador de San Cristóbal y del segundo y definitivo asentamiento de la ciudad de Mérida, fue el conquistador que en 1562 avistó por primera vez a los indígenas Lobateras en el actual valle de la ciudad. De su figura existe un medallón, una escultura y un cuadro idealizado realizado por Don Antonio Solís Ávila hacia mediados de los años 60 del siglo XX.

Tomando en cuenta toda esta iconografía, y del hecho que todos los conquistadores son españoles, me decidí a tomar en cuenta los siguientes aspectos comunes para recrear el aspecto de Don Pedro Torres de Vera:

· Detalles del Rostro :
· Tonos de piel, siendo en la mayoría de personas blancas, de raza europea, caucásica, escogí un tono claro, con carnaciones rosas y naranjas.
· Ojos: con variaciones en la forma, el tamaño y el color de los ojos (azules, verdes, mieles, y castaños); escogí el tono verde para resaltarlo sobre sus facciones.
· Forma, disposición y color del cabello, cejas, desde tonos amarillos hasta rojizo, y diversas coloraciones dentro del marrón.
· Disposición de bigotes y barbas, en su mayoría espesa y abundante, con el fin de intimidar.
Para las cejas, cabellos, bigotes y barbas he escogido tonos entre rojizos y marrones.
· Arrugas faciales y una apariencia natural.
· Para recrear la vestimenta se tomaron como referencia las prendas y vestidos de colonizadores, así como algunas fotografías de vestuarios reales: detalles del cuello y de los bordados sobre el mismo, costuras, ribetes, botones y costuras.
· Estilo de pintura del siglo XVI, en el cual se presentan fondos oscuros, especialmente en la obra del gran artista español de ese Don Diego Velásquez y del retratista holandés contemporáneo Ben Lustenhouwer, cuya obra es para mí de alta estima.

El resultado del estudio fue un boceto preliminar en lápiz de grafito, sobre un papel bond base 20, con dimensiones de 60 x 50 cm, con la apariencia que supongo tenia este hidalgo ventosero que se instaló en Lobatera. Le dispuse barba espesa, ojos grandes y de color, propios del centro norte español, peinado hacia atrás, y un aspecto de un hombre ya maduro, cercano a los 50 años, con los atavíos propios del español de abolengo y riqueza, pero que no perteneciente a los ejércitos, desde el costado izquierdo hasta la cintura la cinta que corresponde a la Banda de especialidades, propia de expedicionarios, fundadores y conquistadores de ciudades, usada hoy en día por grupos de niños y adolescentes exploradores.

Luego del boceto previo, pasé el dibujo al lienzo, sobre un bastidor de 55 x 46 cm, correspondiente al Nº 10, en la clasificación internacional de bastidores, en su variantes para figura, utilizando acrílicos de alta calidad para colorear el dibujo, en el siguiente orden:
· Fondo de la obra con tonos oscuros y azulados;
· Carnación de la piel caucásica, utilizando mezclas de naranjas, con blanco y leves tonos azules; Coloración de ojos con la gama de verdes,
· Para el cabello y barba tonos marrones y rojizos

En cuanto a la vestimenta utilizada se seleccionó lo siguiente:
· una camisa del siglo XVI, en la que sobresale cuello alzado en forma de gorguera, que cierra con corchetes, con volantes y bordados que realzarán la prenda haciéndola más lujosa;
· sobre la camisa un jubón forrado ricamente en colores anaranjados vivos, con uniones más oscuras en tonos marrones y con hombreras amplias;
· y lo demás fue la imaginación.

Así nació este retrato, expuesto el 17 de abril de 2015, en la exposición colectiva "Una mirada por Lobatera, tierra de pioneros", en el marco de la celebración de los 180 años de la creación del Cantón Lobatera, el primero historiado según el Dr. Samir Sánchez, cronista emérito de Lobatera; la realización de esta primera imagen de este insigne hombre ya ha dado el impulso para hacer una nueva y mejorada versión, siempre en la búsqueda de una riqueza de estilo y perfeccionamiento de la destreza en la presentación, a través de la aplicación de las formas y uso de luz y las sombras.


Boceto preliminar de Don Pedro de Torres Vera, en lápiz de grafito, 
sobre papel bond,  60 x 50 cm.,
 obra del pintor José Gregorio León Duque. (Foto: José G León 2015).



Retrato de Don Pedro de Torres Vera, Fundador de Lobatera en 1593.
 Acrílico sobre lienzo, 55 x 46 cm, obra del pintor José Gregorio León Duque. Lobatera  
17 de abril de 2015. Es el primer retrato historiado que se realiza del fundador,
 fallecido en Lobatera, en 1610.
Foto: Darío Hurtado, 2015

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